Y aquí una pincelada del nacimiento de mi hijo, un bebé 100% MARE MEVA, que sin duda se ha nutrido de la fuerza de todas las parejas (y bebés) con los que ha compartido cursos de preparación al parto, y sobre todo, de los muchos partos en los que él me ha acompañado a acompañar.
Viviana heart emoticon
Viviana heart emoticon
Y hace justo una semana,pasadas las 3 de la mañana, recibía con mis propias manos a mi hijo smile emoticon
Fue un parto natural muy íntimo, intenso, y que transcurrió casi todo el tiempo en el agua y en penumbras. Mágicamente, todos los elementos se conjugaron para que el parto fuera como yo lo había pensado, ideado, soñado. Comenzó en casa, casi como una pequeña fiesta, y avanzó así como veis en la foto (entre cada contracción, tomando tazas de "té para el parto" mexicano hecho por mi madre).
Kai nació rodeado de amor y respeto. Estaré eternamente agradecida a "mis cuatro fantásticos" que hicieron eso posible: mi pareja, mi madre, mi doula Darenna y Eva, la comadrona. Y por supuesto, gracias infinitas a mi gran maestro: Quim, que hace casi 4 años llegó a mi vida para enseñarme lo que es verdaderamente importante y cuyo nacimiento cambió mi propio destino.
Ojalá todas las madres pudieran vivir el nacimiento de sus hijos así, tal como lo han soñado. Ojalá todos los bebés pudieran nacer y ser recibidos así. Ojalá todos los hospitales contarán con personal y con protocolos así o más respetuosos como los del Hospital Sant Joan de Déu. Seguiremos trabajando (dentro de unos meses!) para lograrlo.
Fue un parto natural muy íntimo, intenso, y que transcurrió casi todo el tiempo en el agua y en penumbras. Mágicamente, todos los elementos se conjugaron para que el parto fuera como yo lo había pensado, ideado, soñado. Comenzó en casa, casi como una pequeña fiesta, y avanzó así como veis en la foto (entre cada contracción, tomando tazas de "té para el parto" mexicano hecho por mi madre).
Kai nació rodeado de amor y respeto. Estaré eternamente agradecida a "mis cuatro fantásticos" que hicieron eso posible: mi pareja, mi madre, mi doula Darenna y Eva, la comadrona. Y por supuesto, gracias infinitas a mi gran maestro: Quim, que hace casi 4 años llegó a mi vida para enseñarme lo que es verdaderamente importante y cuyo nacimiento cambió mi propio destino.
Ojalá todas las madres pudieran vivir el nacimiento de sus hijos así, tal como lo han soñado. Ojalá todos los bebés pudieran nacer y ser recibidos así. Ojalá todos los hospitales contarán con personal y con protocolos así o más respetuosos como los del Hospital Sant Joan de Déu. Seguiremos trabajando (dentro de unos meses!) para lograrlo.
Gracias Viviana por compartir!
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